Esos finales felices de Hollywood, sellados con un gran beso apasionado, nos han hecho creer que besar es el gesto universal de amor y deseo. Sin embargo, resulta que para la mayoría de las culturas del mundo representa una práctica incómoda, extraña e incluso repulsiva. 

El investigador Justin García, del Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana en EE. UU., realizó un estudio en 168 culturas alrededor del mundo cuya finalidad era conocer cuáles aceptaban el beso como un gesto romántico y cuáles no. Los resultados fueron más que sorprendentes: menos de la mitad de las culturas analizadas (46%) expresan el amor romántico con besos en la boca. El 64% restante considera los besos indeseables. "Esto es una prueba más de cómo el etnocentrismo occidental puede sesgar nuestra percepción del comportamiento humano", declaró el Dr. García al presentar sus resultados.

Además, se encontró una relación entre las sociedades complejas y la práctica del beso, el estudio encontró que son las sociedades más primitivas las que menos acostumbran besar, mientras que es algo común en la mayoría de las sociedades modernas y complejas, aunque los motivos son aún desconocidos una hipótesis plantea que quizá tenga que ver con que en las sociedades modernas se elige libremente a la pareja y los besos permiten comprobar "si hay química", mientras que en las sociedades más primitivas la mayoría de los matrimonios son arreglados y la compatibilidad no es importante.