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Existen 2 tipos de apego: el seguro y el inseguro

Agosto 03, 2017

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La teoría del apego parte de la idea de que todas las personas podemos sentir apego por las cosas o las personas si recibimos eso durante nuestra educación de niños. De acuerdo con esta propuesta creada hace más de 50 años por el psicoanalista británico John Bowlby, el apego es consecuencia natural del trato que recibimos por parte de nuestros padres o cuidadores y de la manera en que vimos a nuestros padres relacionarse entre sí.

 

Es decir, si nuestros padres manifestaron cierto apego por nosotros cuando fuimos niños, nosotros seremos apegados como adultos, ya sea a las personas o a los objetos. La teoría del apego considera que esto ocurre porque cuando somos pequeños aprendemos a imitar todo lo que vemos, con el propósito de sobrevivir.

 

La sorpresa es que la teoría del apego considera que existen dos tipos de apego: el seguro y el inseguro. ¿Puede existir, entonces, una forma de apego que no sea negativa? Te contamos más.

 

El apego seguro ocurre cuando nuestros padres, cuidadores o cualquier otra persona nos hace sentir seguros y con la confianza de que podemos contar con su apoyo cada vez que tenemos un problema. El apego seguro ayuda a que los individuos aprendan a confiar y sean capaces de brindar apoyo a quienes lo necesitan.

 

Por otro lado, el apego inseguro sucede cuando las primeras experiencias de una persona fueron bajo un régimen distraído o autoritario e, incluso, cuando los padres o cuidadores fueron despectivos y poco confiables o estaban ausentes. Cuando existe apego inseguro, la gente no se siente con la suficiente autoestima como para bastarse a sí misma, y suele conformarse con relaciones en donde pueden tratarla mal, pero vive con la impresión de que el otro satisface sus necesidades.

 

De acuerdo con las investigaciones de la Society for Research in Child Development hasta el 50% de las personas padecen de apego negativo y tienden a construir relaciones inestables, incluso de manera inconsciente, y cuando encuentran personas que les ofrecen un apego seguro, se sienten extrañas y tienden a huir, pues no están familiarizadas con este tipo de entrega de seguridad y confianza.

 

La buena noticia es que el apego inseguro puede convertirse en un apego seguro cuando el individuo aprende a ganarse su propia seguridad y confianza. Esto lo puede lograr mediante sus experiencias, siempre y cuando sean positivas, y mejorando la asertividad de sus decisiones y comunicaciones. Es decir, todos los días tenemos la oportunidad de convertirnos en personas más seguras y listas para aprender a confiar y ser de confianza. ¿Quieres experimentar tu propio camino hacia el apego seguro?

 

Fuentes

NY Times

JSTOR


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