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Niños detienen la operación de granja porcina contaminante en Yucatán

Mayo 07, 2021

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  • La importancia de los cenotes para el medioambiente y la salud de las comunidades

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  • La lucha de los niños y la comunidad de Homún para salvar sus cenotes

Para los antiguos mayas, los cenotes eran lugares sagrados. Se les consideraba como puertas de acceso al inframundo, ese mítico lugar en el que moraban los dioses y al que iban las almas de los muertos, por lo que eran sitios venerados y respetados. 

 

En la actualidad, los cenotes son fuente de vida para las comunidades que habitan en sus alrededores, en la península de Yucatán, ya que de ellos surge el agua que usan para beber, asearse y realizar las actividades de limpieza en sus casas.

 

Además, estos conjuntos interconectados de aguas subterráneas forman parte de la mayor reserva de agua de México. Son cerca de mil 200 de estos cuerpos de agua los que forman el llamado Anillo de los Cenotes de Yucatán, el cual, desde 2009 figura en la lista Ramsar de humedales de importancia mundial, y que en 2013 fue decretado Área Natural Protegida por el gobierno estatal, lo que significa que está prohibida cualquier actividad que lo perjudique y lo ponga en riesgo. 

 

Destrucción de la selva para construir una mega granja de cerdos

A pesar de la evidente importancia de los cenotes en materia ambiental y de salud, en octubre de 2016, Enrique Echeverría Chan, entonces presidente municipal de Homún, comunidad ubicada a 55 kilómetros de Mérida, concedió una licencia de uso de suelo a la empresa Producción Alimentaria Porcícola (Papo), para instalar una granja porcina industrial en la zona.

Aunque por derecho constitucional los pueblos originarios poseen la autonomía y libre determinación para la toma de decisiones, a través de consultas, sobre temas de conservación de su hábitat, la instalación de la granja ni siquiera les fue notificada.

 

Los pobladores de Homún sólo supieron de la existencia de la granja hasta 2017, cuando vieron el avance de las obras que convertirían 113 hectáreas de selva en las naves de concreto para albergar a miles de cerdos. Esta deforestación representa la pérdida de vegetación, la degradación de los suelos y una constante fractura de los ecosistemas de la región.

 

Ante este hecho, que a todas luces dañaba al ecosistema y ponía en riesgo el entorno, la salud y el bienestar de la comunidad, la agrupación Ka’anan Ts’onot (Guardianes de los Cenotes), un colectivo unido por la defensa del agua y de la vida, intentó revocar las licencias bajo el uso de su derecho constitucional. 

 

Sin embargo, el intento fracasó, porque sólo un juez puede dejar sin efecto legal las autorizaciones ya otorgadas por las autoridades gubernamentales; de modo que la construcción continuó y concluyó en 2018, cuando la granja empezó a operar.

 

Cuando eso ocurrió, los pobladores de la región empezaron a percibir un olor insoportable que impregnaba el aire, mientras que las aguas negras que llevan excremento, orina y los componentes químicos que se usan para la limpieza de los cerdos penetraban la tierra, con el riesgo de llegar al subsuelo y contaminar las aguas que en él se encuentran. 

 

Además, debido a la contaminación del agua y el aire, se registró un aumento en las enfermedades gastrointestinales, como diarreas, y en enfermedades de las vías respiratorias.

 

Las granjas emiten constantemente dióxido de carbono y gases pestilentes que se llegan a oler a kilómetros de las granjas. Los excrementos de los cerdos producen amoníaco, dióxido de carbono, monóxido de carbono y ácido sulfhídrico, todos gases tóxicos que además de contaminar el ambiente y el subsuelo han sido relacionados con el cambio climático.

 

Para tratar de frenar todo esto, la lucha de los Guardianes de los Cenotes continuaba, pero las autoridades no los escuchaban y la granja seguía funcionando y poniendo en riesgo tanto el medioambiente de la región como la salud de los pobladores.

 

La lucha y el triunfo de los niños de Homún

Después de diversos fracasos ante las autoridades, en 2018, la comunidad decidió dirigirse a los empresarios y apelar a su conciencia ambiental; para lo cual, un niño de Homún escribió una carta dirigida a la empresa Kekén (palabra que significa cerdo en maya), la mayor empresa porcícola de Yucatán, a la cual, la granja de Papo surtía de cerdos para la producción de carne. 

 

La carta decía lo siguiente:

Señores de Kekén: pido encarecidamente que retiren sus cerdos de Homún, porque no quiero que mi pueblo se contamine con los desechos de sus cerdos… también me gustaría que mi pueblo se mantenga con sus cenotes bonitos y limpios, y no quisiera que más adelante me enferme porque sus cerdos ya hayan contaminado el aire que respiro y el agua.

 

Los directivos de Kekén nunca dieron respuesta, pero a pesar de ello, esa carta se convirtió en un arma legal para la comunidad, ya que utilizaron sus argumentos para evidenciar en los tribunales el desastre ambiental que la granja ocasionaría, lo cual se convertiría en una violación a los derechos más básicos de los habitantes de la región, especialmente de la niñez, como el de respirar aire limpio y tener agua pura para beber.

 

En septiembre de 2018, seis niños de Homún (con la ayuda e intermediación de sus madres, y el apoyo de la ONG Indignación) interpusieron una demanda de amparo para detener las operaciones de la granja. En el documento se incluyeron las cartas escritas por los pequeños, dirigidas a la jueza de distrito Miriam de Jesús Cámara Patrón.

 

Una de dichas cartas expresaba lo siguiente:

En Homún habitamos aproximadamente 2 mil 600 menores de edad, quienes estudiamos. En nuestros ratos libres acompañamos a los turistas que llegan a nuestro pueblo a conocer los cenotes. El agua de los cenotes la ocupamos para diversas actividades, la más importante es para tomar, también la ocupamos para bañarnos, lavar ropa y para lavar trastes.

 

 

El común denominador en las misivas de los pequeños era la preocupación por el daño ambiental que ocasionaría la granja, el cual sería una transgresión de su derecho a tener una vida digna, en un medioambiente sano, con agua y aire limpios. Tras analizar sus argumentos, la jueza les dio la razón, por lo que la granja detuvo sus actividades un par de meses después de empezar a operar y hasta ahora continúa cerrada.

 

La jueza tomó esa decisión debido a que consideró que no se debe esperar a que ocurra una catástrofe ambiental ni a que los daños sean irreversibles, puesto que la granja podría contaminar el aire, la tierra y el agua de la región, además de afectar a toda la red de cenotes.

 

Recientemente, el 6 de noviembre de 2020, las magistradas que integran el Tribunal Colegiado en materia de Trabajo y Administrativa en Yucatán decidieron mantener la suspensión de la granja porcícola, tras negar el recurso de revocación solicitado por la empresa Papo, con el cual pretendían reiniciar actividades. 

 

Esta determinación garantiza que las actividades de la granja porcícola permanecerán suspendidas hasta que se resuelva el recurso de revisión, que se encuentra en manos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, misma que deberá decidir sobre la suspensión definitiva de la granja. 

 

Se espera que esto ocurra en junio de este año, y los abogados que llevan la defensa de Homún se muestran optimistas, pues esperan que el fallo sea a favor de las comunidades mayas.

 

Esto marcaría un precedente y sería el aliciente para que muchas otras comunidades afectadas por empresas y granjas industriales siguieran el ejemplo de Homún, para exigir sus derechos y frenar los proyectos potencialmente contaminantes que ponen en riesgo su entorno y su salud.

 

Ka’anan Ts’onot: cortometraje que relata el logro de los niños y la comunidad de Homún

Con el objetivo de visibilizar la lucha de los habitantes de Homún, así como las razones detrás de ella, se realizó el cortometraje documental Ka’anan Ts’onot, en el que se reflejan la vida y las herencias culturales de esta comunidad maya, y se muestra la forma en que éstas se ven amenazadas ante la construcción de una mega granja de cerdos. 

Esta es la historia de su lucha y de cómo la organización comunitaria los ayudó a enfrentar a un gigante de la industria, hasta lograr la suspensión de la granja. Ahora, la historia de Homún busca inspirar a otras comunidades que son afectadas por las grandes industrias y por las granjas porcícolas que han invadido la selva yucateca y amenazan tanto al ecosistema como a la salud de los pobladores.

 

El cortometraje Ka’anan Ts’onot dura poco más de 13 minutos, en los que retrata cómo era la vida antes en la región maya, además de que muestra la importancia del agua en la vida cotidiana y su valor para las civilizaciones antiguas. En la trama, un niño va a buscar agua al cenote para refrescarse después de haber ido a cosechar el maíz con su padre. Para su sorpresa, el cenote tiene un importante mensaje que darle: la amenaza de las mega granjas porcinas acecha y él deberá tomar un importante papel para proteger a su pueblo de la devastación.

 

La producción de este corto documental se realizó a través del cine comunitario, con la colaboración de la No-Escuela Itinerante de Cine Comunal y Popular Primer Plano (espacio de capacitación, producción, distribución y exhibición cinematográfica digital) y del proyecto Ha de Vida (proyecto independiente que busca visibilizar las afectaciones de la industria porcícola en Yucatán). Además, contó con la participación de los Guardianes de los Cenotes y las familias de Homún. 

 

El cortometraje fue estrenado este viernes 7 de mayo, con una proyección gratuita al aire libre, realizada frente al Comisariado Ejidal del pueblo de Homún. Esta es la primera de varias proyecciones comunitarias, con las que se busca acercar el corto al mayor número de comunidades en la región, con el fin de inspirar a sus habitantes para que se sumen a la causa y emprendan sus propias luchas en contra de las mega granjas que afectan su bienestar.

 

Posteriormente, habrá un lanzamiento mundial por medio de las redes sociales, sin embargo todavía no hay una fecha prevista para realizarlo. En cuanto haya más información al respecto, en Harmonía te lo haremos saber para que puedas disfrutar de este corto documental y conocer más de la batalla ganada por los niños y la comunidad de Homún.

 

Con información de El País / Greenpeace / Ha de Vida

 

Fotos de portada e interiores: cortesía de Ha de Vida


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