Empecemos por lo primero: la única forma de perder peso es con una alimentación correcta, hidratación saludable y práctica de actividad física.

Existen cientos de dietas que anuncian resultados maravillosos en tan sólo unos días, la mayoría de ellas se basan en la eliminación de ciertos nutrimentos, por ejemplo, aquellas que prohíben los carbohidratos, presentes en alimentos como cereales y frutas. Lo que ocurre con estas dietas es que, después de provocar un severo desequilibrio metabólico, que casi siempre tiene como resultado una mayor acumulación de grasa, las personas que se someten a ellas recuperan todo el peso perdido e incluso unos cuantos kilos más.

¿Por qué pasa esto? El organismo necesita de todos los grupos de alimentos para funcionar adecuadamente, cada grupo le aporta nutrimentos indispensables que no pueden sustituirse o eliminarse de un día para otro. Cuando hacemos dietas express o desequilibradas, el cuerpo entra en crisis e intenta obtener energía de dónde pueda para evitar el shock. Sin embargo, apenas se restablece la alimentación el peso se recupera, pues el metabolismo se ha hecho más lento por temor a quedarse de nuevo sin comida. Esto sin contar el daño que le haces a tu cuerpo cuando cortas el suministro de nutrimentos, sobre todo a tu cerebro, que es el primero en sufrir las consecuencias, ¿te has sentido confundido, olvidadizo o fatigado durante una dieta? Ahora sabes por qué.

Para perder peso, la única receta infalible es un total cambio de hábitos alimenticios junto con al menos dos horas de actividad física por semana. Recuerda que una alimentación equilibrada es aquella que incluye todos los grupos de alimentos.

Si has decidido cambiar de hábitos, déjanos ayudarte.