En México existe un problema importante de obesidad. Sus causas van desde variaciones genéticas hasta una mala alimentación, el tamaño de las porciones de lo que se consume y un desequilibrio en la microbiota, entre otros factores.

Para disminuir este problema deben llevarse a cabo diversas acciones. La Dra. Nimbe Torres y Torres propone como estrategia la aplicación de una dieta que contemple el uso de antioxidantes, prebióticos, alimentos de origen vegetal, alimentos con índice glucémico bajo, fibra soluble y alimentos funcionales.

Los alimentos funcionales son aquellos que además de un alto índice nutricio, aportan un beneficio en la salud de las personas. Para ser denominados de esta manera, los alimentos deben ser sometidos a una serie de estudios que comprueben sus efectos benéficos en la salud del individuo. Algunos ejemplos de alimentos funcionales son avena, frijol de soya, frutas con cáscara, nueces, yoghurt, semilla de chía, semilla de linaza, cebolla, ajo, nopal, entre otros.

A partir de estudios aplicados a una población específica con enfermedades provocadas por la modificación de la microbiota, la Dra. Nimbe Torres y Torres afirma que la obesidad puede combatirse mediante una dieta que contemple alimentos funcionales. La inclusión de éstos modifica la microbiota para generar salud en el individuo y devolver el equilibrio en su salud digestiva que el consumo de grasa e hidratos de carbono altera, provocando obesidad y diabetes.

El consumo de alimentos funcionales mejora la salud de distintas formas. Por ejemplo, la proteína de soya sirve para regular el metabolismo de lípidos, la fibra soluble reduce las concentraciones de colesterol total y la semilla de chia disminuye los triglicéridos. 

Recomendamos tomar en cuenta la inclusión de alimentos funcionales en la dieta como medida para erradicar la obesidad, el estrés, la resistencia a la insulina y otros cambios que puede experimentar el cuerpo de las personas cuando no se mantiene una alimentación saludable.