Lo escuchas todo el tiempo: deberías beber más agua. La cantidad depende de la persona, pero generalmente, la hidratación adecuada brinda una buena cantidad de beneficios a la salud, por ejemplo, un alto nivel de energía y un mejor funcionamiento del cerebro, sólo por mencionar un par.

Pero no toda el agua es igual. Algunas ofrecen más que otras. La doctora Carissa Stephens brinda algunos datos interesantes sobre los diferentes tipos de agua y lo que debes saber sobre ellos.

Agua del grifo

Comunmente llamada agua de la llave, es el agua suministrada por tubería que se encuentra en todas partes. Aunque a muchas personas les parece una locura tomar agua de la llave por cuestiones de higiene, a veces no hace falta más que desinfectarla, lo que la hace segura y evita el gasto de comprar agua embotellada. Sin embargo, esto también depende del lugar donde te encuentres y la manera en que se almacena el agua que obtienes al abrir la llave, que además de la tubería, ya pasó por contenedores como una cisterna y/o tinaco.

The Guardian informó sobre investigaciones que muestran partículas de plástico en los suministros de agua del grifo en todo el mundo. Los suministros públicos de agua también pueden contener residuos de pesticidas, aluminio y otras sustancias indeseables. No obstante, si te preocupa que los tratamientos realizados en el suministro de agua sean insuficientes, puedes comprar un sistema de filtración para una purificación adicional.

Agua mineral

Extraída de un manantial mineral, esta agua, como su nombre indica, está llena de minerales que incluyen azufre, magnesio y calcio, todos buenos para tu salud.

El cuerpo no puede crear por sí solo los minerales que proporciona esta agua, por lo que su consumo representa una ventaja, y además puede ayudar a la digestión. Muchos de los minerales presentes en este tipo de agua también se pueden obtener de una dieta variada y saludable.

Agua de manantial o glaciar

Estos son tipos de agua que se embotellan en la fuente desde donde fluye el agua, ya sea desde el manantial o el glaciar. En teoría, estas aguas deben estar relativamente limpias y libres de toxinas. También contienen muchos de los mismos minerales que se encuentran en el agua mineral.

Una de sus principales desventajas podría ser su alto costo, sobre todo si se comparan con las anteriores. Además, parte del agua de manantial es agua cruda, no filtrada y no probada, lo que podría implicar riesgos potenciales para la salud, según su contenido.

Agua con gas

Algunas veces referida como agua carbonatada, el agua con gas se infunde con gas de dióxido de carbono mientras se encuentra bajo presión. Ofrece una sensación de boca diferente a la del agua simple, lo que es muy útil cuando tratas de beber más agua y consumir menos bebidas azucaradas. Debido a que el agua con gas tiende a ser mineralizada, obtendrás la ventaja adicional de los minerales.

Agua destilada

Este tipo de agua se hierve y el vapor se recoge y se condensa nuevamente en un líquido. El agua destilada es una excelente opción si vives en un lugar donde el suministro de agua de la llave no es limpio o confiable. Como no hay vitaminas y minerales en el agua destilada, no hay beneficios extra para la salud. 

Agua purificada

El agua purificada generalmente es agua de la llave o subterránea que se ha tratado para eliminar sustancias nocivas como bacterias, hongos y parásitos. Esto significa que beberla es básicamente seguro. Al igual que el agua destilada, es una excelente opción si tu fuente de agua inmediata está contaminada. 

Debido a que todas las sustancias potencialmente dañinas se eliminan del agua purificada, también se pierden algunas de las sustancias potencialmente benéficas que se agregan a los suministros de agua del grifo, como el fluoruro, que ayuda a reducir la caries dental.

Agua saborizada o infusionada

El agua con sabor es una buena opción cuando quieres dejar los refrescos y/o jugos, pero necesitas ese sabor extra que pueden aportar los sabores naturales o artificiales. El agua saborizada puede ser una buena alternativa al agua simple, lo que facilita su consumo. El sabor se puede agregar naturalmente al infundir frutas y verduras en el grifo o en el agua embotellada (sin agregar calorías).

Si eliges hacer agua de frutas y endulzarla, escoge un edulcorante sin calorías, pues la fruta ya se las agregará. También puedes elegir las frutas con menor contenido de azúcar, como frutos rojos, guayaba o kiwi. Asimismo, puedes simplemente cortar rodajas de otras frutas como sandía, naranja, manzana o mango y dejarlas infusionar (no tienes que licuarlas) y le agregarán un sabor ligero y muy agradable al agua. 

Agua alcalina

El agua alcalina tiene un nivel de pH más alto que el agua simple y contiene minerales alcalinos y un potencial negativo de reducción de la oxidación (ORP). El hecho de que este tipo de agua tenga un nivel de pH más alto ha llevado a algunas personas a creer que puede ayudar a neutralizar el ácido en el cuerpo, a retardar el proceso de envejecimiento o incluso a prevenir el cáncer. Sin embargo, hay muy poca evidencia científica de que esto sea cierto.

En general, es seguro beber agua alcalina, pero podría reducir la acidez estomacal y, por lo tanto, reducir tu capacidad para matar las bacterias dañinas. En exceso, también podría conducir a alcalosis metabólica, que podría producir síntomas como náuseas y vómitos.

Agua de pozo

El agua de pozo proviene directamente del suelo, aunque no es tratada y conlleva varios riesgos. Conseguirla definitivamente no es sencillo; muy pocas personas tienen acceso a este tipo de agua. Si bien hay muchos defensores del agua no tratada, los beneficios pueden no superar los riesgos potenciales.

En realidad no importa qué tipo de agua prefieras beber, ya que ninguno ofrece beneficios sumamente significativos por sobre otro, siempre que el agua que bebas sea limpia y segura. El objetivo principal es la hidratación y beber agua de manera regular.

Con información de Healthline