Le llamamos sueños a nuestros proyectos, metas, objetivos personales y profesionales. Tal vez porque a veces la rutina nos devora al grado de hacernos creer que sólo en la fantasía podríamos alcanzarlos. Claramente, algo falla en ese enfoque, pero ¿qué?

Gustavo Entrala lo resume en su filosofía de soñificar, un método para ponerle conciencia a nuestras decisiones y acercarnos a ese estado de felicidad que resulta de hacer lo que amas. Seguramente no sabes quién es este señor; basta con decirte que él convenció al Papa en el 2013 de abrir una cuenta de Twitter. Hoy, todos conocemos el fenómeno que ha sido @Pontifex.

Entrala es un español que tenía un gran trabajo, tan cómodo y estable que dejó de sentir emoción por asistir a él. Renunció, abrió su agencia de comunicación y luego intentó, intentó e intentó… hasta que lo logró.

Soñificar consiste, básicamente, en hacerse tres preguntas que el interesado debe contestar con toda honestidad: ¿para qué soy bueno?, ¿qué me gusta hacer? y ¿por qué podría cobrar? Para que el sueño sea realizable, han de intersectarse las tres posibilidades. Es decir, que la actividad te guste y seas tan bueno para ella que te pagarían por tus servicios.

Una vez que has analizado con total honestidad esa meta que anhelas, llega el momento de diseñar un plan para concretarla. Ese plan consta de cinco pasos:

1. Soñificar. Las tres preguntas anteriores resueltas a conciencia.

2. Intentarlo. Hay que ser tolerantes a la frustración y aceptar que tal vez no saldrá a la primera.

3. Timing. Encontrar el momento perfecto hace toda la diferencia; estudia el mercado, conoce sus necesidades y espera tu oportunidad.

4. Empatía. Interioriza el poder de tu idea; sé real y auténtico frente a ella. Sólo así contagiarás tu emoción a otros y te volverás creíble ante ellos.

5. Persistencia. No abandones. ¡Tu sueño vale la pena!

Esta propuesta hace mucho sentido. La escuché la semana pasada durante Campaign Tech Mx en Puebla y recordé lo importante que es creer en nuestros sueños, visualizarlos como algo real y posible. La inspiración nunca sobra; por eso hoy decidí compartir este método, que para mí fue muy contagioso. Espero que lo sea para ti.

NAMASTE.