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Por qué pensar mucho en ti mismo es malo para la salud

Agosto 08, 2016

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En los últimos años, en gran medida por la iniciativa del Dálai Lama, el budismo y la ciencia occidental han iniciado un fructuoso diálogo. Uno de los aspectos en los que estas visiones del mundo coinciden es en que el altruismo y la compasión son buenos para la mente y el cuerpo.

 

En una reciente entrevista con la revista budista Lions Roar, el Dálai Lama respondió a una pregunta sobre la ignorancia que existe en muchas personas que consideran que existe un conflicto entre la felicidad personal y la felicidad de los demás, como si al dar uno estuviera poniendo en riesgo su propio bienestar. Por el contrario, el Dálai Lama explicó que "procurar el bienestar de los demás es la mejor forma de lograr la propia felicidad". 

 

La enseñanza fundamental del budismo es el dominio y conocimiento de la propia mente. Esto no sólo significa poder relajarse y concentrarse sino desarrollar la visión correcta, lo cual significa el cultivo de la compasión. "La fuente máxima de una mente y de un cuerpo feliz es tu propia actitud mental. Pensar sólo en ti mismo --tener una actitud egocéntrica-- crea mucha anesidad, soledad, miedo y enojo. Esto es muy malo para la propia paz mental y para la salud. Los científicos mencionan que el miedo constante y el enojo dañan seriamente el sistema inmune", dice el Dálai Lama.

 

Hay varias razones por las cuales el ensimismamiento del pensamiento egoísta es malo para la salud. Por una parte esto es así ya que fomenta la obsesión y la ansiedad al atender permanentemente a nuestro diálogo interno o pensamiento discursivo, mientras que pensar en los demás nos permite distraernos y aflojar esta aprehensión individual (claro que al decir pensar en los demás no nos referirmos a pensar en alguien con odio, envidia, celos, miedo u otro sentimiento de este tipo). Es necesario tomar un respiro de nuestro auto-involucramiento, ya que la obsesión con uno mismo y la ansiedad están vinculados al estrés; y el estrés es el gran enemigo del sistema inmune al inundar el cuerpo de adrenalina.

 

Otra razón importante es que somos "animales sociales" y obtenemos gran beneficio del contacto íntimo con otras personas --estudios científicos sugieren que las personas que tienen relaciones íntimas viven más tiempo.  Pensar en los demás es una forma de intimidad más allá de la distancia, una conexión interna que abona nuestras relaciones físicas externas.

 

El Dr. Joel Robertson en su libro Natural Prozac enlista el trabajo comunitario y el altruismo como una de las actividades que alzan los niveles de serotonina del cerebro. La compasión y el altruísmo, asimismo, ha sido correlacionadas con todo tipo de beneficios, desde ser más atractivo para una pareja a producir paz y bienestar.

 

El budismo ofrece diversas herramientas para pensar en los demás de manera compasiva y cosechar los beneficios que esto produce. Una meditación de compasión básica es la llamada "tonglen", una palabra tibetana que significa "dar y recibir". En términos básicos uno visualiza y absorbe el sufrimiento de los demás cuando inhala y al exhalar visualiza una energía depurada de compasión y reconocimiento para todos los seres sensibles. La maestra de meditación budista Pema Chodron hace una sencilla explicación en este video.


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