Conocida como Luna de lobo, la luna llena de enero fue bautizada así por las tribus nativas americanas, principalmente las del norte y el este de lo que ahora es Estados Unidos, porque en esta época los lobos aullaban más fuerte y por más tiempo, probablemente por la desesperación que les causaba la falta de alimento debido a la cruda temporada invernal.

En el mundo místico se le considera una luna llena especial, ya que se cree que su energía transmite las características de la personalidad del lobo:

• Los lobos destacan por su lealtad hacia los suyos y la unión y organización que se da en su grupo. Para ellos, su manada es lo más importante, ya que deben cuidarse unos a otros y trabajar en equipo para poder sobrevivir. Así, la energía de esta luna favorece la estabilidad de la familia y la solución de los problemas con los seres queridos, además de que facilita la comunicación, la generosidad y la lealtad con los amigos.
   
• Los lobos destacan por su astucia y habilidad para enfrentar a sus enemigos y pasar inadvertidos cuando salen a cazar. Con estas cualidades, la luna de enero impulsa la decisión, valentía, fortaleza, dignidad e inteligencia, así como la habilidad para lograr tus objetivos. 
   
• Los lobos también se distinguen por su resistencia y resiliencia. Suelen enfrentarse a situaciones climáticas adversas y a largos períodos sin alimento disponible. Así que la Luna del lobo fomenta la capacidad de resistencia ante las adversidades y es un recordatorio de que todo lo puedes superar si te lo propones.

Ritual de cierre de ciclos durante la luna llena

Por otro lado, en el ámbito de la espiritualidad se cree que cada fase de la Luna emite una energía diferente, la cual puede potenciar tus intenciones y ayudarte a lograr tus objetivos. Así, la luna llena marca un momento propicio para soltar y dejar ir todo aquello que ya no necesitas o que no hace bien a tu vida.

Puedes aprovechar la energía de decisión, fortaleza, valentía y resiliencia que trae la Luna de lobo y realizar un ritual para cerrar ciclos y liberarte de todo lo que te frena y entorpece tu avance y crecimiento, para dejar el pasado atrás, soltar y dejar ir personas, ideas, actitudes, relaciones, emociones y todo lo que ya no te sirve en tu momento actual.   

Necesitas:

• Una hoja de papel.
• Lápiz o pluma.
• Una vela color violeta (si no la consigues, puedes usar una blanca).
• El cristal o cuarzo con el que sientas que vibras para esta intención de desapego (opcional).
• Incienso o un difusor con tu aceite esencial preferido. 

¿Cómo hacer el ritual?

• Elige un momento del día o la noche en que la Luna estará llena. Es importante que puedas estar en paz y en silencio, sin interrupciones. 
   
• Enciende la vela y el incienso o el difusor con el aceite esencial que hayas elegido (recuerda que esto es opcional) y siéntate en una posición cómoda.  
   
• Comienza por respirar rítmicamente para serenar tu mente. Una vez que te sientas en un estado de tranquilidad, toma la hoja y empieza a anotar en ella todo aquello que ya no quieres y ya no necesitas en tu vida en este momento. Tómate tu tiempo para hacerla; reflexiona bien y deja que tus palabras fluyan. 
   
• Incluye en esa lista actitudes e ideas que tienes y te limitan; personas que se han ido de tu vida y a las que te une un apego que te impide avanzar; cosas que sólo crean caos y desorden en tus espacios físicos e internos; sentimientos y emociones de rencor, culpa, arrepentimiento. Todo aquello que detenga tu avance en la vida.
   
• Una vez que termines, agradece por todo eso que escribiste, porque seguramente si todo eso no hubiera pasado en tu vida, hoy no serías quien eres. Agradece las enseñanzas que todo eso te dejó y por ayudarte a evolucionar.
   
• Ahora sí, es momento de dejarlo ir. Con la flama de tu vela, enciende la hoja y deja que el fuego la consuma. Sólo ten cuidado y no dejes que la hoja se queme sin supervisión (no quieres ocasionar un incendio). Mientras la hoja se consume, piensa en que con ese acto dejas ir todo lo que anotaste en tu lista, siente cómo te liberas y cómo tu ser queda listo para crecer y recibir todo lo nuevo. 
   
• Para finalizar, vuelve a centrarte en tu respiración y siente cómo te has quitado un peso de encima. Agradece por ese momento, por la liberación que experimentas y por haberte regalado la oportunidad de cerrar esos ciclos que eran necesarios. 
   
• Una vez que termines, puedes enterrar las cenizas, o bien, tirarlas al inodoro y liberar el agua para que se las lleve.

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