La respiración es una función básica del cuerpo humano que la mayor parte del tiempo realizas sin siquiera darte cuenta, y aunque hay alrededor de 7.6 mil millones de personas en el mundo, cada una tiene una manera única de respirar. El ritmo y el flujo de la respiración son tan distintivos como la huella digital.

Conocer tu propio patrón de respiración es útil para descubrir cómo puedes mejorarlo, porque no respirar adecuadamente puede tener un impacto negativo en tu salud. 

El primer paso: ¡respira!

Busca una postura cómoda, la que prefieras, de pie, en una silla, en el suelo, en la cama, no importa cómo o dónde, pero que realmente sea cómoda. Observa tu respiración y resiste el impulso de cambiar conscientemente la forma en que lo haces de alguna manera en este momento.

Coloca una mano suavemente en la parte inferior del abdomen (un par de pulgadas debajo del ombligo) y la otra en la parte superior del pecho (justo debajo de la clavícula). Haz algunas respiraciones. ¿Dónde entra y sale el aliento de tu cuerpo? ¿Por la nariz o la boca? Simplemente observa dónde se mueve más tu cuerpo al inhalar. ¿La parte inferior del abdomen o la parte superior del pecho? Respira un poco más para profundizar tu investigación.

Luego, puedes descubrir tu propio patrón único de respiración. Esto es lo que significan los cuatro tipos más comunes:

1. Respiración del bajo vientre

¿Tu abdomen inferior se eleva con la inhalación más que en la parte superior del pecho? Esto puede ser indicativo de que respiras con la parte inferior del abdomen y que el diafragma se involucra, lo que es una base saludable para la respiración. Expandir la respiración hacia la parte superior del pecho te permitirá sentirte con más energía y conectarte más profundamente con tus emociones.

2. Respiración superior del pecho

¿La parte superior del pecho se eleva más que el vientre en la inhalación? Esto puede indicar que respiras con la parte superior del pecho. Puedes tener la tendencia a sentirte enérgico, lleno de inspiración, pero te resulta difícil concentrarte. Establecer una respiración que esté más en la zona respiratoria inferior (diafragma pélvico) te ayudará a sentirte menos ansioso, más conectado a la tierra en espacio y tiempo.

3. Respiración inversa

¿Contraes tu vientre y la parte superior del pecho se eleva por inhalación? Esto sugiere que podrías ser una persona que respira de manera inversa, lo que significa que hay desorden en la manera que lo haces. Sin embargo, para no entrar en pánico, hay muchos ejercicios de respiración que pueden ayudarte a restablecer una respiración diafragmática saludable. Volver a activar el piso pélvico, los músculos abdominales y el diafragma para trabajar de manera saludable puede ayudarte a sentirte más tranquilo, más presente y menos ansioso.

4. Respiración de flujo libre

¿Tu respiración es igual en la parte superior e inferior de tu torso? Si respiras por completo y no hay una gran retención del aire entre cada respiración, ¡es una buena noticia! Si la respiración fluye libremente y llena todo el torso en la inhalación sin mayor esfuerzo y al exhalar hay una sensación de facilidad al soltar, entonces tu respiración es la más completa. No obstante, recerda que ¡siempre hay margen de mejora!

Con información de mindbodygreen