Neptuno es conocido como el planeta "dios del mar" y gobierna al signo de Piscis. Al igual que Piscis, Neptuno rige la inspiración, la espiritualidad, los sueños, la receptividad psíquica, la ilusión y la confusión.

La sutileza es enorme en Neptuno, lo que significa que no todo es alto y claro. Los signos y los indicios de intuición que recibes de este planeta no serán obvios, lo que significa que tienes que permitirte confiar en tu voz interior para reconocer las oportunidades y elecciones que tienes delante.

Este planeta de ensueño puede causarte confusión debido a que también representa a la ilusión; puede que estés en un momento en donde quieras ver lo que tú quieres, no la realidad. Neptuno es un planeta que te ayuda a crear excusas para cosas que sabes que no están bien, pero a las que te quieres aferrar; por ejemplo, una mala relación o un mal trabajo.

Cuando está retrógrado, es momento de darte cuenta de las cosas reales de ti y tu vida. Puede que sea una realidad dolorosa de afrontar, pero es necesario hacerlo. Escucha tu instinto y sigue adelante, no importa lo aterrador que pueda parecer. Porque cuanto más miedo da, más necesario es enfrentarlo.

Recibir esa llamada de atención, no importa cuán vital sea, no es una hazaña fácil. Ignorar las verdades dolorosas se convierte en un hábito tan arraigado que la realidad de dejar ir algo o a alguien puede hacer que te cuestiones todo lo que creías que era real.

Es un momento perfecto para que veas las cosas desde una perspectiva más objetiva, sin tintes rosas, y enfrentes todos esos monstruos que tanto has ignorado pero que sabes que puedes enfrentar.

Por supuesto, sólo tú puedes responder estas preguntas por ti mismo, y la belleza del Neptuno retrógrado es que pone la presión necesaria para reevaluar. Una vez que lo pienses bien, te darás cuenta de que te has engañado a ti mismo... o, por el contrario, de que estás en algo que te parece correcto. Es momento de pausar y pensar.