El estado de meditación continua llega después de mucho practicar. Cuando te acostumbres a respirar con calma, a dejar de desear un sentido para todo lo que haces y a estar agradecido con lo que tienes, entonces estarás en un estado permanente de meditación.
No olvides que para meditar puedes estar sentado, acostado o incluso caminando por la calle. Meditar se refiere a un estado del ser donde la mente inactiva su velocidad y complejidad cotidiana.
Te dejamos algunas ventajas de llegar al estado de meditación continua:
Estudios demuestran que al meditar el cerebro incrementa la actividad de su lóbulo frontal izquierdo, región asociada con las emociones positivas.
Al meditar se produce mayor serotonina (sustancia que controla la depresión).
Meditar regula la presión arterial.
Meditar reduce el estrés y conduce a un estado de calma que disminuye la ansiedad.
El estado de meditación continua mejora la creatividad y la espontaneidad pues la mente entra en un estado de conciencia donde las neuronas trabajan a mayor velocidad.
Tu motivación crecerá pues con la meditación continua lograrás replantear los intereses que existen detrás de tus propias acciones, descubriendo por qué haces lo que te gusta.
Al momento de la meditación tu cuerpo regenera la energía que ha gastado durante las actividades del día.
El cuerpo consigue relajar tensiones y aliviar dolores.
Desarrollar tu conciencia también te ayudará a mejorar tu memoria.
Meditar provoca gratitud. El estado de meditación continua modifica la perspectiva de la realidad y poco a poco el amor se convierte en un agente motivador.
La meditación aclara las confusiones que nos rodean todos los días. No porque la mente deje de trabajar, sino porque aprenderás a centrarte sólo en tu ser.
Las virtudes de la meditación son muchas, pero sin duda lo mejor será que la experiencia sea personal y real. Te invitamos a meditar y a que nos cuentes tu propia experiencia, ¿qué cambios has sentido en tu vida cotidiana después de meditar?