Todos nos hemos sentido desorientados después de un viaje largo que nos obliga a cambiar de huso horario, algunas de las consecuencias más comunes del llamado jet lag o síndrome de los usos horarios son la fatiga, el insomnio, falta de memoria, malestares digestivos y confusión, que regularmente desaparecen en un par de días cuando nuestro organismo se estabiliza y se adapta al nuevo horario, pero, ¿sabías que este desfase puede alterar también a tu microbiota?

Según un estudio realizado en Israel, las bacterias de la microbiota también se ven alteradas cuando viajamos. Esto comprueba algo que los científicos ya sospechaban: los microorganismos de nuestro intestino también poseen un “reloj biológico” con sus propios ciclos y su propio ritmo circadiano que cuando se perturba puede alterar a las bacterias aumentando el riesgo de obesidad y enfermedades metabólicas.

Los científicos encontraron que las personas sometidas a cambios de huso horario presentan una sobrepoblación de bacterias intestinales asociadas a la obesidad. Mismas que se regularizan cuando el organismo se adecúa a la nueva zona horaria. Además, los sujetos del estudio (realizado primero en roedores con los mismos resultados) presentaron mayores niveles de azúcar en la sangre durante el periodo de jet lag.

Fuente: Gut Microbiota For Health