Además de resistir todos los días infecciones causadas por virus, hongos y bacterias, las células del cuerpo se enfrentan a moléculas llamadas radicales libres, los cuales representan una amenaza para tu organismo porque aceleran el proceso de envejecimiento y propician la aparición de enfermedades como cáncer, diabetes y problemas del corazón. 

La doctora Diana Mejía Morales, especialista en farmacología clínica, explica que al desequilibrio en las células causado por el aumento en los radicales libres se le conoce como estrés oxidativo y tiene múltiples efectos negativos. Al respecto, la doctora destaca que “en ocasiones nuestro cuerpo no es capaz de combatir los radicales libres por completo, ante lo cual debemos aumentar el consumo de antioxidantes que son cruciales para mantenernos saludables”.

Los antioxidantes son sustancias químicas que ayudan a detener o limitar el daño que producen los radicales libres. Se encuentran en diversas frutas, vegetales, nueces, granos, algunas carnes, aves y pescados. Los alimentos que destacan por su cantidad de antioxidantes son: manzanas, uvas, kiwi, papaya, críticos, moras, espinacas, acelgas, brócoli, tomates, col, zanahorias, jengibre, perejil, cebolla, romero, maíz, arroz, almendras, nueces, avellanas, cacahuates, trigo, café, té, e incluso el chocolate y el vino tinto.

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La doctora Mejía, también responsable del área médica en Besins Healthcare México, señala que además de dichos alimentos, otra manera de incluir antioxidantes en la dieta diaria es por medio del consumo de sustancias como beta-carotenos, luteína, licopeno, selenio, vitaminas A, B, C y E, cromo, cobre, hierro y zinc, por mencionar algunas.  

Mejía Morales recomienda procurar una alimentación balanceada y rica en antioxidantes, así como realizar actividad física suficiente y evitar el cigarro y la exposición prolongada al Sol, además de utilizar fotoprotección de manera adecuada.

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