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Los patrones de sueño cambian a lo largo de la vida

Abril 21, 2017

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Los hábitos del sueño no son siempre los mismos a lo largo de la vida. Los recién nacidos, por ejemplo, duermen mucho, de 15 a 17 horas diarias, si bien no duermen todo ese tiempo de una sola sentada. Durante los primeros meses de vida, duermen en periodos de 3 a 4 horas. En una jornada de 24 horas duermen alrededor del 80% del tiempo, aunque para un adulto ese lapso sería inconcebible. Por otro lado, para las personas mayores dormir representa un verdadero problema. Si tienes más de 65 años, la probabilidad de dormir mal y padecer insomnio es alta. Una encuesta de la National Sleep Foundation encontró que el 44% de las personas mayores de 65 años padecen de síntomas de insomnio dos o más noches a la semana.

 

Dormir mal es parte del envejecimiento. Las personas de la tercera edad, ancianos, presentan ciertos cambios de sueño debido a que la salud merma. El envejecimiento en sí no es un problema, si es que la persona se mantiene saludable. La mayoría de los problemas de sueño de los adultos mayores se manifiestan debido a alguna enfermedad o el consumo de un medicamento. En los ancianos, las enfermedades como artritis, afecciones cardíacas y pulmonares, ente otras, suelen ser fenómenos comunes. Entre las personas de 65 a 84 años, el 20% presenta cuatro o más de estas condiciones médicas. El 80% de estos declara tener problemas para dormir.

 

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Los trastornos del sueño como insomnio, apnea o síndrome de las piernas inquietas son comunes en estas personas. El cambio de vida, de disciplina o de costumbres, son factores que también afectan el sueño, De hecho, cualquier variable afecta la dinámica de dormir: ruido, calor, iluminación brillante, ropa de cama molesta en el dormitorio, mudarse a un nuevo hogar, dormir en la casa de un amigo. Todo cambio representa una anomalía para el sueño.

Una persona mayor en excelente estado de salud probablemente tendrá más dificultades para dormirse, a pesar de su buena salud, si hay cambios sociales en su dinámica. Eso significa que, entre más creces, más problemas encontrarás para conciliar el sueño. Tienes que saberlo: ninguno de nosotros podrá dormir igual que en la adolescencia y juventud. Este fenómeno es completamente natural. Cualquier movimiento afecta al sueño. Además, conforme crecemos, las hormonas relacionadas con el sueño dejan de hacer efecto. Sencillamente el fenómeno natural, en conjunto con las variantes sociales, modificará la dinámica de dormir para cualquier persona. Además, a lo largo de la vida no es necesario dormir las mismas horas. 

 

Con información de Web MD


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