Tu sistema inmunológico consiste en las defensas que tiene tu cuerpo para combatir las infecciones y enfermedades. Reconoce las células de tu cuerpo e intentará deshacerse de aquellas que no forman parte de él. Destruye bacterias, virus y parásitos.

Para que tu sistema inmunológico actúe de la mejor manera y te proteja de todo lo dañino es necesario que te alimentes bien, duermas lo suficiente, no tengas estrés y, por supuesto, complementes cosas naturales como suplementos, vitaminas, hierbas medicinales y aceites esenciales.

Antes que nada, te preguntarás: ¿Por qué funcionan los aceites esenciales y cómo lo hacen?

Los aceites esenciales son compuestos extraídos de las plantas; sus aceites capturan ese sabor o aroma peculiar de una planta. Se obtienen a través de la destilación.

Son utilizados en la aromaterapia. Cuando los aplicas sobre tu piel pueden ayudarte a curar diferentes afecciones; por ejemplo, el aceite de árbol del té ayuda a combatir el acné.

Por otro lado, también los puedes inhalar, y esto hará que se estimulen ciertas áreas de tu sistema límbico -el área que juega un papel importante en tus emociones-, además de que afectará positivamente tu comportamiento, sentido del olfato y memoria a largo plazo.

Seguramente te ha pasado que cierto olor te recuerda algo o a alguien, y es justo porque tu sistema límbico está involucrado.

Así pues, además de ayudarte con asuntos como el estrés, la ansiedad, el insomnio, etcétera, pueden ser también tus mejores aliados para problemas relacionados con la salud como gripa, tos, malestar estomacal, etcétera.

5 aceites esenciales para tu sistema inmune

Bergamota

El aceite esencial de bergamota funciona más como un apoyo al sistema inmunológico que como un estimulante, pero eso no lo hace menos eficaz para ayudar a combatir los organismos causantes de enfermedades antes de que puedan siquiera aterrizar. Una de las formas en que la bergamota puede ser empleada con este fin es al inducir no sólo a tu cuerpo sino también a tu mente a sentirse mejor en un sentido general.

El aceite esencial de bergamota es un estimulante del estado de ánimo muy eficaz que puede ayudar a reducir las sensaciones de estrés, ansiedad y depresión, que son sólo algunos de los factores que pueden hacer que tu sistema inmunológico caiga en picada.

Árbol del té

El árbol del té es un estimulante inmunológico y un aceite antiséptico muy fuerte. Se ha demostrado que es eficaz para tratar las infecciones virales del sistema digestivo y la Candida albicans, y tiene una fuerte acción antibacteriana contra la E. coli, algunas cepas de estafilococo y la salmonela.

Limón

Es sabido que el fruto del limón tiene notables propiedades de refuerzo de la inmunidad. Su aceite esencial, por supuesto, no es diferente en este sentido. Al igual que otros aceites esenciales de cítricos, el aceite esencial de limón tiene un alto contenido de d-limoneno, que es un compuesto crucial para la promoción de la producción de glóbulos blancos, entre muchos otros aspectos relacionados con la inmunidad.

Eucalipto

Se emplea más comúnmente como remedio después de que los resfriados o la gripe ya han comenzado, pero la clave es la prevención, y el aceite esencial de eucalipto también puede usarse con este fin con la misma eficacia.

Las aplicaciones del aceite esencial de eucalipto para ayudar a tratar los síntomas del resfriado y la gripe son amplias y bien conocidas. Comúnmente es uno de los principales ingredientes de los medicamentos y remedios de venta libre y puede, entre otras cosas, ayudar a descongestionar el pecho y los senos nasales obstruidos, favorecer la expulsión de la mucosidad y aliviar los diversos dolores y molestias relacionados con dichas enfermedades.

Romero

El romero es otro aceite esencial útil para las enfermedades respiratorias y es un excelente aceite de calor que despeja los senos paranasales y la "cabeza nublada", ha demostrado ser útil para el tratamiento de infecciones bacterianas y fúngicas y tiene propiedades antivirales.