La alimentación desempeña un papel clave en la salud. La dieta, y en particular algunos nutrientes, pueden tener un impacto positivo en el organismo, por lo que hoy más que nunca, tener una buena alimentación forma parte de los hábitos saludables que permiten tener una óptima calidad de vida. 

"Es importante recordar siempre que el sistema inmunológico es como una gran barda o barrera protectora que se encarga de evitar que sustancias potencialmente dañinas entren al cuerpo, así como de eliminar y destruir a aquellas que estén ya dentro, como posibles amenazas", señala la nutrióloga Marien Garza, miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife Nutrition. La especialista explica que el sistema inmunológico es defensor contra enfermedades y organismos infecciosos, como bacterias, hongos, parásitos y virus en el medioambiente.

Ciertos factores pueden influir negativamente en el sistema inmunológico, incluidos el estrés crónico, el sedentarismo, la falta de sueño, la contaminación ambiental o ciertas afecciones médicas. La especialista advierte que las deficiencias específicas de micronutrimentos como zinc, vitamina A, vitamina C y vitamina D, cromo, selenio, hierro, vitamina B12, tienen una notable influencia en las respuestas menos efectivas del sistema inmunológico.

Por ejemplo, la vitamina D ayuda a reducir el riesgo de infección microbiana. Una revisión reciente sobre el papel de la vitamina D en la reducción del riesgo de resfriado común habla de este nutrimento como una barrera física y que también actúa como promotora de inmunidad celular natural y adaptativa.

Actualmente, ante los retos de estar en casa, es momento de enfocarte en evitar factores negativos y promover acciones positivas para fortalecer tu salud:

• Consume frutas y verduras ricas en micronutrientes. Asegúrate de que tus comidas principales y colaciones siempre incluyan frutas y verduras. Aprovecha las frutas de temporada como mango, mamey, naranja o zapote, que aportan vitaminas y minerales a tu cuerpo. Para la colación aprovecha la frescura de las jícamas, zanahorias, betabel y pepinos rallados.
   
• El zinc que tu organismo requiere para fortalecer el sistema inmunológico se puede obtener a través de la carne de res y cerdo, ostiones, nueces y granos enteros.
   
• La vitamina D se puede consumir en la yema de huevo, pescados grasos, lácteos fortificados e hígado de res. No debes de olvidar la exposición al sol durante unos minutos al día, para poder aumentar la producción de la misma.
   
• Una correcta suplementación de vitaminas y minerales se vuelve también una forma práctica y efectiva de garantizar que se satisfagan las necesidades nutrimentales para fortalecer el sistema inmunológico. El consumo de probióticos también es muy importante, ya que juegan un papel fundamental en la salud intestinal y mantienen 'sanas' a las bacterias buenas.
   
• Combina carbohidratos complejos con proteínas magras y grasas no saturadas. Hacerlo ayudará a controlar tu apetito y a aumentar tu consumo de alimentos nutritivos. Una buena opción son las barras de proteína, los batidos proteicos o las tostadas horneadas de arroz con un poco de crema de cacahuate. Estas opciones te darán un gusto dulce y un buen aporte de fibra.
   
• Aprovecha el tiempo para cocinar platillos saludables junto con tus seres queridos. La comida es una parte integral de la unión familiar y promueve estos hábitos saludables. Planear los menús incluso ayudará a cuidar tu economía y presupuesto.
   
• El agua natural siempre debe estar presente. Evita tener a la mano los refrescos y las bebidas azucaradas y alcohólicas. Al elegir las bebidas correctas puedes evitar calorías que no necesitas, además de que mantendrás una hidratación adecuada.
   
• El descanso y el ejercicio físico van de la mano durante esta época. Disfruta el tiempo que dediques a bailar, hacer pesas, caminar o al trabajo funcional en tu hogar.

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