Es bien sabido que la práctica de la empatía tiene muchos beneficios tanto para ti como para quienes te rodean, y esto es especialmente cierto durante una pandemia mundial. Además de ayudarte a conectar con los demás, ser empático también te ayuda a regular tus propias emociones durante los momentos más complicados y estresantes.

Ser empático consiste en ponerte en el lugar del otro y ver las cosas desde su perspectiva para así poder comprender su forma de ser, actuar y reaccionar ante las distintas situaciones sin juzgar, con amabilidad y respeto. 

Puedes desarrollar la empatía al interactuar de manera significativa con los demás, ser consciente de sus necesidades y ser amable con las otras personas y contigo mismo. 

¿Por qué es necesaria la empatía?

La pandemia ha provocado cambios radicales e interrupciones en casi todos los aspectos de la vida diaria. Con mandatos y pautas que cambian todo el tiempo, es fácil sentirse abrumado. En este contexto es importante practicar la empatía, no sólo por los demás sino también por uno mismo. 

Hay muchos beneficios al practicar la empatía. Te puede ayudar a aminorar la sensación de soledad al conectar con los demás. Y también aumenta la probabilidad de que las personas se acerquen y ayuden a otros cuando lo necesiten, al crear un efecto espejo y motivar a otros a ser empáticos.

Además, la empatía con los demás también mejora tu capacidad para regular tus emociones en momentos de estrés. Sentir empatía te permite manejar mejor la ansiedad que experimentas ante las circunstancias actuales, sin sentirte abrumado.

Si bien algunas personas son empáticas por naturaleza, si sientes que no es tu caso, hay muchas cosas que puedes hacer para cultivar tus habilidades de empatía, pues es algo que se puede aprender.

Escuchar a los demás, brindarles apoyo y participar en actos de servicio, observar las acciones empáticas de los demás e imaginarse a sí mismo en la situación de otra persona son estrategias que pueden ayudar a desarrollar la empatía.

Mantente conectado

Ahora que el distanciamiento social y el autoaislamiento son lo recomendado, es muy fácil volverse hacia adentro y concentrarse únicamente en uno mismo y el núcleo familiar, y dejar de lado a todos los demás. 

Pero preocuparse por los demás es una de las mejores formas de combatir los sentimientos de aislamiento. Por ello, procura mantenerte conectado desde el aislamiento y dale tu apoyo a quien lo necesite, pregúntales a tus seres queridos cómo se sienten, muéstrate dispuesto a escuchar y comprender, y comparte también tu sentir con ellos para fomentar la confianza y fortalecer los vínculos.

Si bien debes mantener tu distancia física respecto a los demás para prevenir la propagación del virus, eso no significa que debas estar emocionalmente distante. Así que muestra interés en lo que viven y sienten los demás y mantente conectado con las personas que forman parte de tu vida.

Sé consciente y ayuda dentro de tus posibilidades

Piensa en las formas en que la pandemia ha afectado tu vida: tal vez ahora debes trabajar desde casa o quizás tus ingresos se vieron reducidos, pero a pesar de todo, nada te ha faltado y siempre tienes comida suficiente en la despensa y el dinero necesario para pagar los servicios de tu casa. 

Ahora piensa cómo otros viven la pandemia según su situación y circunstancias. Muchas personas han perdido su empleo, mientras que otras no tienen más remedio que salir para seguir trabajando, y muchos pueden tener dificultades para pagar los servicios y las necesidades básicas.

La empatía y la comprensión son una parte fundamental de la compasión y, lo que es más importante, la acción. Piensa en los demás, en sus circunstancias y necesidades, y busca formas en las que puedas ayudar al mostrar empatía y participar en acciones útiles.

Ya sea donar a una organización benéfica, apoyar a quien se quedó sin empleo, comprar la despensa para ese vecino al que no le alcanza el dinero o que no puede salir, donar lo que no utilizas pero está en buen estado a quien le haga falta, compartir lo que tienes con quien lo necesita, etcétera. 

Todas esas acciones son muestra de empatía. Lo mejor es que además de ayudar a los otros, hacerlo hará que te sientas bien.

Y si tus circunstancias no te permiten donar ni ayudar a otros con dinero o cosas, una de las mejores formas de ayudar en estos momentos es simplemente quedarte en casa siempre que tu situación lo permita; procura salir sólo lo indispensable y si debes salir porque tienes que trabajar, tomar todas las medidas de prevención.

Sé amable y considerado

Cada quien vive el momento actual desde circunstancias dispares y perspectivas diferentes. Por eso, antes de juzgar o criticar a quienes no actúan o no reaccionan como tú lo harías, detente a pensar qué y cómo viven esas personas.

Esta situación ha traído mucho con qué lidiar y cada uno enfrenta el estrés, la ansiedad y el miedo de manera diferente. Además, no es lo mismo trabajar desde casa que haber perdido el empleo, ni es lo mismo pasar la pandemia solo que en pareja, con famila o con hijos a los que se debe ayudar con las clases en línea y también a manejar sus emociones.

Si bien no puedes controlar cómo se comportan los demás, sí puedes controlar tus propias acciones. Así que sé compasivo, amable, comprensivo y considerado contigo mismo, con tus seres queridos y con todas las personas, pues las circunstancias de todos son diferentes y el sentir de cada quien es algo muy individual. No dejes que la crisis merme tu bondad. 

La empatía siempre es importante, pero es particularmente vital durante una crisis de salud pública como la que se vive actualmente. Practicar la empatía durante la pandemia no sólo te ayuda a abrir tu mente a lo que otros viven y sienten, sino que también puede proporcionarte una conexión social que te ayude a combatir los sentimientos de aislamiento y soledad.

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