¿Pérdida de cabello? Ese es el terror de muchas personas, y desafortunadamente la consulta médica por la pérdida del cabello ha aumentado en los últimos meses. La causa: el estrés producido por la pandemia y el confinamiento que se han sumado a las causas comunes que provocan la caída del pelo.

La doctora Jesse Schwartzberg, directora de la clínica dermatológica Skin Project, explica que lo normal es perder diariamente entre 50 y 100 cabellos. Cuando la caída es mayor y por tiempo prolongado es momento de visitar al especialista, porque esta condición no se resolverá con remedios caseros, productos comprados en supermercados o suplementos alimenticios como la biotina.

La especialista señala que en la dermatología existe una especialidad llamada tricología, que se encarga de la salud del cabello y del cuero cabelludo:

En consulta, primero se ubica el patrón habitual de caída. Si excede, hay que buscar las causas, entre las que se encuentran las hormonales, una mala alimentación, ejercicio extremo, estrés, alguna intervención quirúrgica reciente y tomar ciertos medicamentos, entre otros.

En la revisión dermatológica se preguntan detalles muy puntuales para saber de qué tipo de alopecia se trata y qué la pudo desencadenar. "Así, además de prescribir el mejor tratamiento, encontramos la causa y la combatimos; de lo contrario, la respuesta no va a ser la adecuada", señala la doctora Aline García, dermatóloga tricóloga de Skin Project.

Nuevos tratamientos

Para combatir la alopecia existen varias opciones. Una vez que se realizó el diagnóstico sobre el tipo de alopecia y los factores que la provocaron, el dermatólogo tricológo está en condiciones de prescribir el tratamiento adecuado, el cual ya no sólo es tópico como en otros tiempos, sino que ahora puede ser oral, inyectado o con aparatología.

"Las alopecias más frecuentes que se ven en consulta son la androgénica y el efluvio telógeno, y en ambos casos obtenemos muy buenos resultados. Lo importante es hacer un buen diagnóstico en las etapas iniciales". La doctora García advierte que cualquier tratamiento es largo, de varios meses, por lo que es muy importante que el paciente sea constante y que no se desespere.

Anteriormente, los tratamientos se limitaban al uso del minoxidil tópico y de algunos suplementos. Ahora, en cambio, además de la loción existe la opción oral, la cual lleva usándose más de 5 años, por lo que existen muchos estudios que avalan su eficacia y seguridad a largo plazo.

"Este medicamento hace que se prolongue la fase de crecimiento del cabello o que se renueve si está detenida. Con la versión tópica se logra recuperar el 30% del cabello, pero con la oral alcanzamos hasta el 80%, siempre y cuando haya folículo. Se pueden ver resultados después de 4 o 6 meses de uso", explica la especialista.

También existen finasteride y dutasteride, que son dos medicamentos de la misma familia y tienen el mismo mecanismo de acción: actúan directamente al bloquear la enzima que provoca la miniaturización del cabello, es decir, cuando se vuelve pequeñito y delgado. Ambos son medicamentos seguros y efectivos, pero tienen ciertas restricciones; por ejemplo, no lo pueden tomar mujeres embarazadas o, si se planea un embarazo, se debe suspender su consumo con meses de antelación.

"También están disponibles las versiones inyectables, lo que nos permite actuar directamente en el folículo. La absorción en sangre es nula, por lo que es un medicamento muy seguro". Este tipo de medicamentos están indicados para pacientes con alopecia androgénica y localizada o para quienes no quieren tomar medicamentos o están en una etapa de mantenimiento. "Todos ellos son de venta controlada en consultorios médicos y se prescriben después de un diagnóstico. El dermatólogo tricólogo siempre debe darle seguimiento", comenta Garcia.

Otro de los nuevos tratamientos es el plasma rico en plaquetas, que es muy efectivo para controlar el efluvio telógeno. Es ideal para mujeres embarazadas o para quienes no desean tomar algún medicamento:

Se extrae tu propio plasma, tus propios factores de crecimiento, lo cual le brinda mucha seguridad al paciente, porque sabe que se le aplicará algo de su propio cuerpo, por lo que no tendrá ninguna reacción adversa. Debe hacerlo un especialista, porque se necesita entrenamiento para su extracción y aplicación.

En función del diagnóstico, se pueden prescribir algunos suplementos alimenticios como proteoglicanos, que son extractos marinos que hacen que el pelo retome su fase de crecimiento, mejorando su calidad, y antioxidantes, que combaten los radicales libres, responsables del envejecimiento celular.

Aunque la biotina esté de moda, no la recomienda porque no existe evidencia científica que respalde sus beneficios; en cambio, sí puede modificar los resultados de ciertos estudios médicos.

Finalmente, existe el trasplante capilar, el cual no es apto para todos y se usa como último tratamiento, sólo para poblar detalles en algunas zonas. Un trasplante es un tratamiento complementario y está indicado para la alopecia androgénica tanto en hombres como en mujeres. Nunca se prescribe como terapia única.

Se deben conocer las condiciones en que se encuentra el cuero cabelludo del paciente, para determinar si el área de la que se quiere tomar el injerto es la mejor y si la zona donde se quiere implantar está en condiciones de recibirlo para que pueda crecer. El resultado no es inmediato sino que se ve después de 1 año, por lo que es importante no desesperarse.

Cada diagnóstico es personalizado y sólo el médico tricólogo puede agregar o suprimir terapias, así como prescribir medicamentos o suplementos alimenticios según la evolución del paciente. El cuidado del cabello se debe incluir en el plan de salud y belleza de la piel.

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