Puede ser que el paradigma de que la mente y el cuerpo son algo separado y sólo existe la materia siga permeando nuestra visión de vida, pero para explicarnos ciertos aspectos de nuestra existencia requerimos abrir nuestra mente a otras dimensiones. De tal manera que si partimos del principio de que somos seres multidimensionales que efectivamente tienen la experiencia de un cuerpo físico, pero cuyo ser no se limita a éste, podemos empezar a entender cómo funcionan los lazos energéticos que creamos con otras personas. Ya que estos tienen que ver con la intención, las emociones y la intensidad del vínculo, sin importar el tiempo que se haya pasado con el otro. 

Esto aplica a todas las relaciones pero en particular a las relaciones sexuales, pues cuando tenemos sexo con alguien, sin importar si estamos realmente enamorados o no, compartimos la energía de nuestro ser con ellos. De hecho es como si a través de este acto abriéramos las puertas de nuestros canales de energía sutil representados tanto por los chakras como por la energía kundalini a otra persona. Es importante mencionar que como todo esto tiene que ver con aspectos energéticos, no importa si se usó algún método anticonceptivo de barrera en la relación sexual, el intercambio de energías tanto positivas como negativas ocurre. 

Por esta razón es importante ser selectivos con respecto a nuestras parejas sexuales y también sinceros sobre nuestras motivaciones. Ya que utilizar a otros para simplemente descargar nuestra energía sexual, implica una vibración baja y atrae el mismo tipo de energías. Es es una de las razones por las cuales este tipo de conducta frecuentemente deriva en confusión y otras emociones negativas. Otra cuestión que puede enturbiar nuestra energía sexual son los prejuicios con respecto al placer, ya que si sentimos culpa por sentir excitación o buscar placer, nuevamente expresamos una energía de baja vibración que abre la puerta a otro tipo de energías similares. 

De tal forma que el primer paso para conservar una energía sexual sana es sincerarnos con nosotros mismos sobre nuestras ideas frente al sexo. Si éstas se encuentran dominadas por sentimientos de culpa o vergüenza, nociones de pecado o una ausencia de amor por nosotros mismos. Entonces lo primero que necesitamos es trabajar cada uno de esos puntos en nosotros, ya que como mencionamos anteriormente se traducen en una baja vibración que atraen otras vibraciones iguales. Las cuales se pueden traducir en un abanico de emociones negativas como ira, celos, posesividad y depresiones. Además de que también pueden influir en el bienestar del cuerpo. 

En segundo lugar viene la cuestión  de elegir la pareja sexual apropiadamente, ya que  cuando dos cuerpos se juntan, también se abren sus centros de energía, por eso las personas promiscuas terminan sumergidas en conflictos y confusión, ya que básicamente cargan la energía de todas sus ex parejas sexuales consigo. De tal forma que si elegimos a una pareja promiscua también estamos abriendo nuestra energía todo su equipaje de energías ajenas.  La cual no sólo se concentra en los primeros dos chakras conectados a nuestros órganos sexuales, ya que como la energía del kundalini asciende pasando por todos los centros energéticos, estas vibraciones también alcanzan el resto de los chakras. 

De tal forma que la mejor manera de evitar absorber energías sexuales negativas cuando tenemos relaciones, es por un lado cultivar el amor y los pensamientos positivos con respecto al sexo en nostros. Y por otro, elegir bien a nuestra pareja sexual y asegurarnos de estar en una relación amorosa y respetuosa, ya que una energía que honre nuestro ser es una energía de alta vibración que atrae este mismo tipo de energías.  Esta es la razón por la cual debemos ser selectivos con nuestros compañeros sexuales independientemente de nuestras creencias religiosas o las convenciones de nuestro contexto cultural.  Si quieres puedes consultar esta meditación para limpiar la energía de tus ex parejas. 

Con información de Fucsia

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