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Qué hacer si te quedas sin trabajo (es peor que quedarse sin wifi)

Noviembre 17, 2016

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Alguna vez hay que renunciar. O alguna vez te corren. O todo junto. Los trabajadores mexicanos pasan en su empleo en promedio 3 años y luego se tienen que ir, según una encuesta del INEGI.

 

En los últimos 5 años sólo la mitad de los trabajadores mexicanos se ha quedado en un mismo empleo, la quinta parte ha tenido dos y la décima parte, tres empleos. Ya te imaginas que muchos de los que se quedan sin chamba, se tardan en encontrar otro trabajo. Y que eso significa que se quedan sin seguridad social, sin seguro de gastos médicos y sin ahorro para el retiro. Y aunque después encuentren trabajo o abran su empresa, puede ser que estén sentados en una bomba de tiempo: el empleo en el que están no les alcanza para asegurar su futuro porque con tal de emplearse o ganar dinero, se les olvida que tienen que estar en un lugar con seguridad social y con ahorro para el retiro. Si ya vas a cambiar de chamba, fíjate en esto.

 

¡Alto! Antes de largarte:

Revisa el seguro de gastos médicos. Algunas empresas lo dan, pero en cuanto te dicen adiós, pierdes la antigüedad. Si tienes pensado dar un rebozazo porque alguien te vio feo en el trabajo, ¡no lo hagas! Pero si tu salida es por alguna razón un poco más inteligente o ya no tienes remedio, antes de cruzar la puerta de salida tienes que individualizar tu seguro de gastos médicos. Si no lo haces, al rato no te van a querer cubrir por un montón de enfermedades y/o te van a cobrar más caro. Para individualizar el seguro, pídeles a los de recursos humanos el contacto del agente de seguros. Y al agente de seguros pídele que te individualice tu seguro. Te van a cobrar un poquito, pero el seguro ya va a ser tuyo y vas a acumular antigüedad con él.

 

Para que busques chamba:
Deja de rogar. ¿Nunca te quedaste sin novia? Los rogones tienen menos suerte. Para volver a entrar a un trabajo se supone que debes saber muy bien quién eres, para qué eres bueno y, sobre todo, qué te gusta hacer. Hay una guía para entender el mercado laboral y que hay que leer, tengas o no trabajo: ¿De qué color es tu paracaídas?. Aquí en México se publica de vez en cuando, y en Estados Unidos sale una nueva edición cada año. Además de que está divertida, está llena de información y consejos útiles. En el blog del autor, Dick Bolles, viene esta tabla para que cambies el chip de la manera en que buscas trabajo. Aquí te va mi versión en español:

 

  El modelo tradicional El modelo del paracaídas
Qué buscas Un trabajo. El trabajo de tus sueños, uno en el que uses tus habilidades favoritas y tus campos favoritos de conocimiento.
Cómo te ves a ti mismo Como alguien que ruega por un trabajo. Tienes suerte si lo consigues. Como un recurso. Tendrán suerte si te tienen.
Tu plan básico Encontrar la manera de “venderte” a ti mismo antes de salir a buscar trabajo. Encontrar qué tipo de trabajo te mueres por hacer antes de salir a buscarlo.
Tu preparación Investigas para ver qué está buscando el mercado de trabajo y cuáles son los trabajos más demandados ahora. Tu mejor arma es tu habilidad para encajar. Haces tarea sobre ti mismo, para darte cuenta qué haces mejor y que amas hacer. Tu mejor arma es tu entusiasmo.
Cómo encuentras a cuáles empleadores acercarte. Esperas que identifiquen que tienen una vacante. Por medio de entrevistas de información te enteras de qué organizaciones pueden tener más interés en ti.
Cómo te pones en contacto con los empleadores. Les mandas tu CV. Por medio de una persona intermedia, alguien que te conoce a ti y que los conoce a ellos. O por medio de LinkedIn.
Cuál es el propósito de tu CV Para venderles por qué deberían contratarte. Para tener una primera entrevista con ellos.
Cuál es tu principal meta si tienes una entrevista Para venderles por qué deberían contratarte. Para tener otra entrevista.
De qué hablas en la entrevista De ti, de tus fortalezas y tu experiencia. 50% del tiempo dejas que ellos hagan preguntas, 50% del tiempo les preguntas sobre las cosas que quieres saber y del trabajo.
Qué tratas de encontrar ¿Me quieren? ¿Los quiero? (y también ¿me quieren?).
Cómo terminas la entrevista final Les preguntas: “¿Cuándo puedo esperar tener noticias suyas?” (dejas las cosas en el aire). Si decides que quieres trabajar ahí, les dices: “Creo que puedo ser un buen activo para ustedes. Después de todo lo que hemos hablado, ¿me podrían ofrecer este trabajo?” (estás buscando un cierre).
Qué hacer cuándo consigues el trabajo pero antes de empezar. Mandas un correo de agradecimiento. Después piensas que ya terminaste, te sientas, te relajas y disfrutas el final exitoso de tu búsqueda de empleo. Mandas un correo de agradecimiento. Entonces sigues, discretamente, con tu búsqueda de trabajo (la oferta se puede caer antes de que empieces por circunstancias no previstas).
Qué tratas de encontrar. ¿Me quieren? ¿Los quiero? (y también ¿me quieren?).
Cómo terminas la entrevista final Les preguntas: “¿Cuándo puedo esperar tener noticias suyas?” (dejas las cosas en el aire). Si decides que quieres trabajar ahí, les dices: “Creo que puedo ser un buen activo para ustedes. Después de todo lo que hemos hablado, ¿me podrían ofrecer este trabajo?” (estás buscando un cierre).
Qué hacer cuándo consigues el trabajo pero antes de empezar. Mandas un correo de agradecimiento. Después piensas que y terminaste, te sientas, te relajas y disfrutas el final exitoso de tu búsqueda de empleo. Mandas un correo de agradecimiento. Entonces sigues, discretamente, con tu búsqueda de trabajo (la oferta se puede caer antes de que empieces por circunstancias no previstas).

 

Y cuando encuentres trabajo:
Que ese trabajo nuevo cotice en el seguro social. A lo mejor se te hace que no influye mucho, pero tu pensión cuando te jubiles depende del número de semanas que cotizaste en algún sistema de seguridad social. Antes de que se hiciera la reforma en el sistema de pensiones en México, se necesitaba un mínimo de 500 semanas. Para todos los que trabajan desde antes de julio de 1997, todavía aplica ese mínimo. Pero ese mínimo te da un pequeño porcentaje de la pensión. Si empezaste a trabajar después de julio de 1997, vas a necesitar mil 250 semanas de cotización para tener una pensión. Lo ideal es que cotices al seguro el 100% del tiempo en que trabajas. La verdad es que eso no le pasa a nadie. Si empezaste a trabajar a los 20 años, necesitas cotizar en el seguro cuando menos 53% del tiempo en que estuviste empleado. Pero si empezaste a los 35, necesitas cotizar ¡80%! así que no te andes confiando en tus ratos de freelance porque te puedes quedar sin pensión. Mira esto para que planees bien tu retiro.


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